avance en la fe. Así, cuando yo vuelva, su satisfacción en Cristo Jesús abundará por causa mía» (Filipenses 1:25–26). Al poder vincular sus deseos con sus valores, consiguió tremenda fuerza de resolución. La mayoría de los líderes hoy también se enfrentan con la tensión creada por sistemas de valores y estructuras que compiten entre sí. Ante la dificultad de las decisiones diarias, puede ser frustrante la tarea de discernir entre los valores primarios y los secundarios. Hackman y Johnson, en su libro
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